Ingris es una lideresa hondureña que trabaja desde la terapia con mujeres para fortalecer su autoestima, su amor propio y respeto a sí mismas, está convencida de que el feminismo empieza desde el autocuidado, pero se alimenta en colectivo, de la mano de amigas y mujeres que se acompañan en los momentos difíciles.
En Honduras la situación de las mujeres en materia de seguridad es grave: sufren de violencia laboral, de pareja y estatal. Los feminicidios siguen aumentando y parece que nada pasa para solucionarlo.